La oportunidad de ser un Trader es para todos, pero también no todos son para la Oportunidad. ¿Por qué decimos esto?
Ni es fácil ni es para todos, las cosas como son, pero los traders contamos con una serie de privilegios con los que soñarían la mayoría de mortales.
Si consigues hacerte un hueco en los mercados junto con los grandes tiburones, tu vida será mucho más sencilla y mejor que la del 99% de trabajadores por cuenta ajena.
Esta es la razón resumida y la número uno "Calidad de vida". Pero hay muchas más.
¿De qué privilegios o ventajas estamos hablando?
Aquí te mostramos las ventajas de ser Trader y de la cual tu podrías ver si te animas a entrar a este mundo.
1. ¡Púdrete Dinero! o ¡The Money Magic!
Algunos dicen que el dinero no es importante. Nosotros decimos que no es importante cuando tienes suficiente para olvidarlo casi por completo.
Tu puedes ser trader posicional, day trader, scalper, swing trader… lo que quieras, pero todos estamos dentro del mercado por el dinero, ya seas un Trader certificado o no.
Y cada uno tiene sus objetivos en lo que a dinero se refiere, pero a casi todos nos gustaría decir eso de… ¡Púdrete, dinero!
Y no hablamos de tirar billetes por el retrete, hacer selfies con doscientos fajos, a lo Floyd Mayweather, o gastar en coca y mujeres como el Lobo de Wall Street. Eres libre de hacerlo si lo deseas y si ganas lo suficiente, pero no nos referimos a eso.
Si eres bueno en el trading puedes ganar el suficiente dinero para no preocuparte nunca más por él. Si lo consigues, eliminarás de tu vida uno de los mayores generadores de estrés de nuestros tiempos: la preocupación por el jodido dinero.
2. La escalabilidad del trading juega a tu favor
El techo, ¿Dónde está el techo? o ¿existe un limite o tope?
En el trading no hay techo, limites o topes.
En los negocios, uno de los mayores problemas es precisamente ese, el techo o la escalabilidad. Puedes dar con un filón más o menos bueno, pero lo complicado es hacerlo escalable para crecer sin un esfuerzo infernal.
Siendo trader no tienes estos límites. Nada te frenará si sabes gestionar la incertidumbre, superar las malas rachas y optimizar los buenos momentos.
3. Apenas hay barreras de entrada
Cualquiera puede ser trader. Esto es tan cierto como falso.
Y presta atención a esto que diremos porque a partir de aquí veras una Oportunidad a Futuro como algo que será parte de ti o sencillamente algo que podría haber cambiado tu vida, pero el miedo te dominó.
¿Por que decimos esto?
Porque no todo el mundo tiene la mentalidad, la perseverancia y la disciplina necesaria para ser un trader profesional. Pero por otro lado, no necesitas una gran cantidad de dinero para empezar y tampoco hay costes significativos, ni operativos (bajas comisiones) ni físicos (basta con un PC).
Eso sí, para ser trader debes aprender. Debes formarte con un buen curso de trading. Y empezar poco a poco, incluso con una cuenta demo.
La formación marcará la diferencia, pero las barreras de entradas en este mundillo son prácticamente nulas.
4. No tienes jefe ni oficina… ni cena de empresa
Suena a topicazo, pero es la pura realidad.
Los jefes imponen horarios, a menudo incompatibles con una vida relajada y saludable; exigen resultados, por lo general difíciles de alcanzar; y pagan menos de lo que te gustaría.
Trabajar para otro es una de esas cosas que toda persona con cierta ambición debería evitar. No decimos que esté mal, pero salvo contadas excepciones suele ser incompatible con una buena calidad de vida.
El trader solo tiene que darse explicaciones a sí mismo. Aunque a veces podemos ser nuestros peores jefes, con altas exigencias en horarios y en resultados. Pero ese es otro tema.
Tenemos la libertad para trabajar cómo y cuándo queramos. Desde casa, en la tumbona de una playa desierta o mientras jugamos Monopoly con los colegas. Nada de oficinas, o sí, si prefieres trabajar en ese entorno.
Y nada de cenas de empresa. Que sí, tienen cosas buenas, pero todos sabemos las que se montan cuando hacen efecto las diecisiete copas que te has metido entre pecho y espalda. Se te va la lengua con la compañera que todos sabemos y ya la has liado.
5. Eres inmune a los vaivenes del mercado laboral
Si eres trader profesional sabes que las malas rachas existen. Sabes que llegarán (si no han llegado ya) y tienes que estar preparado para ellas. La gestión del dinero es clave.
Pero este punto no trata de eso. Este punto es más sencillo.
Los mercados, por cambiantes que sean, no van a desaparecer. Los mercados seguirán ahí a pesar de las crisis. Y tú y nosotros estaremos atentos para aprovechar las oportunidades que aparezcan.
¿Nos acercaremos a una gran depresión parecida a la de los años 30? No lo sabemos, pero si ocurre también podemos surfear en ese entorno.
De hecho aunque ya se vive una etapa de Pandemia Mundial, pero nosotros los Traders andamos blindados por que sea que el mercado sube o baje o no se mueva tus conocimientos y osadía al operar podrás salir casi ileso sin que te afecten en lo mas mínimo.
Desgraciadamente no pueden decir lo mismo la mayoría de trabajadores por cuenta ajena. Da igual tu talento y el nivel de estudios, si trabajas para una empresa y la cosa se complica, es probable que tu trabajo esté en serio riesgo.
6. Disfrutas de total libertad de horarios
Haber, antes de que pongas el grito en el cielo deja que nos expliquemos bien.
Es cierto que tenemos que estar atentos al mercado. No es menos cierto que podemos trabajar las 24 horas del día los 365 días del año. Siempre habrá algún mercado abierto, como el de las criptomonedas, pero si eres un trader de éxito sabrás cuándo operar y cuándo no.
Estar pegado a la pantalla no hará que el habitualmente aburrido mercado de las 12 del mediodía cambie. El trader profesional conoce los momentos en los que debe operar y esos otros en los que debe salir a tomar el aire.
Ser trader también es eso: aprender a operar en el momento justo y disfrutar del resto.
Y esa es una de las grandes ventajas de ser trader. El mercado manda, pero no impone horarios.
7. Puedes darte las vacaciones de tus sueños
Caipiriña, margarita, julepe de menta, agua de valencia o zumo de tomate o una rica limonada.
La bebida de tus sueños en una isla paradisiaca a la sombra de tres palmeras, o todo lo contrario, en plena montaña a 3.000 metros de altura.
En el trading con una correcta estrategia y gestión, el dinero fluye. El tiempo, si así lo decides, tampoco será un problema.
Y, joder, ¿hay algo mejor que esto? Difícil de superar.
8. Eres responsable de tus decisiones, al 100%
Esto es un arma de doble filo, pero bien usada supone una enorme ventaja.
Las decisiones las tomas tú. Con tu propio sistema. Siguiendo tu criterio. No tienes que dar explicaciones a nadie de lo que has hecho y dejado de hacer.
Claro que, “tener todo el poder” también puede llevarte a situaciones de estrés.
El ego puede ser un problema, hay que tener los pies sobre la tierra; en los momentos malos, que los habrá, es necesario confiar en el sistema y mantener la calma evitando caer en una excesiva autocrítica.
Complicado, pero compensa. Ser dueño de tus decisiones es muy gratificante.
9. Desarrollas una mentalidad diferente
Tú te lo guisas, tú te lo comes.
En el trading sabes lo que hay. Nadie te va a sacar las castañas del fuego.
El mercado es un entorno hostil, no hay duda. Saca lo mejor, y lo peor, de cada uno.
En tu mano está crear una poderosa mentalidad de guerrero espartano o mentalidad de tiburón. Esa forma de pensar y de actuar no solo te servirá para batir al mercado, también te resultará muy útil para emprender o para ser mejor en tu día a día.
El aprendizaje constante del trader es un activo intangible que debes valorar si te animas a dar el paso.
10. Cuando relajas, relajas
Los mercados tienen fases de máximo estrés, cuando la volatilidad extrema se adueña de los activos. No es ningún secreto.
Los traders conocemos el estrés mejor que nadie. Pero para ser un trader profesional de éxito es obligado controlar esos chutes de adrenalina. Están ahí, pero no deben afectar a la operativa.
En nuestro trabajo de trader no hay que realizar ningún esfuerzo físico, pero sí hay una gran exigencia mental y de autocontrol.
Y es precisamente ese exceso de adrenalina la que nos hace disfrutar más del tiempo libre.
Al final de la jornada, el trader aprecia el descanso y los pequeños momentos. Y la vida se trata de eso, de apreciar hasta el más mínimo detalle.
11. otras áreas
Ser un trader de éxito implica tener amplios conocimientos del mercado: acciones, ETFs, índices, criptos…
Esta amplitud de miras te hará ver oportunidades de inversión en mercados menos populares: opciones financieras, bonos, renta fija, inversiones inmobiliarias…
Además, estarás más preparado para detectar otras opciones de negocio. Esa mentalidad de guerrero, de la que antes hablábamos, es perfecta para emprender.
Esta profesión te hará estar más atento, más vivo y preparado para sacar provecho al cada vez más complejo entorno en el que nos movemos.
¿Cuál es tu razón para ser trader? Déjanos un comentario a continuación.






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